2022: un año de grandes desafíos

Balance y perspectivas en Radio Nacional

Es el momento indicado para que los trabajadores y trabajadoras de Radio Nacional hagamos un repaso de lo acontecido el último período y, sobre esa base, pensar de qué manera nos organizaremos frente a un 2022 que se presenta con crecientes desafíos… y amenazas.

La primera medida de quienes decían que venían a abrazar a los trabajadores, fue llevar al doble el salario de los directores de emisoras, mientras que los trabajadores debimos esperar hasta noviembre de 2020 para tener un magro 10% de aumento, frente a una inflación del 36,1 por ciento, después de desconocer olímpicamente la segunda parte de la paritaria 2019.

Atrás quedaban las promesas de una recomposición salarial, del pase a planta de todos los precarizados, las recategorizaciones, el plan de viviendas para los trabajadores, la puesta en valor de los edificios deteriorados y la recuperación de los puestos de trabajo perdidos por el plan de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas del macrismo.

Lejos ya de esas promesas, lo que tenemos es una continuidad de las políticas de ajuste y vaciamiento fundadas por Lombardi.

En febrero de 2021 denunciábamos que la pérdida de nuestro salario contra la inflación era del 47%. Hoy, siempre en referencia a la paritaria 2017 (la última en la que logramos empatar la inflación), esa diferencia asciende al 53%. La pérdida de salario por la doble vía, inflación y acuerdos salariales a la baja, sigue sumiendo en la pobreza a quienes vivimos de nuestro salario.

Durante todo este año las y los trabajadores que nos referenciamos en la Asamblea General y en ATRANA como fundante y simbiótica de ella, hemos logrado mejorar las nonadas firmadas por todos los sindicatos participantes de la mesa paritaria. Aun así, el ajuste impuesto por la administración de Lufrano está en curso.

Comenzamos este año con la promesa de parte de la patronal de que ahora sí recuperaríamos salario.  El 23/2/21 se llevó a cabo la reunión paritaria que estaba programada y en ese primer encuentro la empresa ofreció un 3%.

Finalmente cerraron la paritaria 2020/2021 con un mísero 5%, que redondeaba un 26% de aumento contra una inflación que, a febrero, era del 40,7%. De esa forma la patronal, con la complicidad de los firmantes, nos rebajó en términos reales el sueldo un 15 %.

La Asamblea General repudió por insuficiente el acuerdo salarial que pulverizaba nuestro poder adquisitivo y perpetuaba la precarización laboral.

Por ese entonces estallaba el escándalo del revoleo de efectivo y nos enterábamos que RTA además de pagar cuantiosas cifras a su personal en las gerencias y haberle aumentado al doble los salarios a los directores de las radios, disponía de 56 millones de pesos para hacer 4 horas de aire en el canal.

En ocasión del Día Internacional de las y los trabajadores, decíamos que “la prioridad del Estado es el pago de la deuda externa y la asistencia a las patronales. Para cumplir con ese objetivo quiere imponer un techo salarial del 29% en cuotas cuando la inflación no va a ser menor al 43%.”

Ese 14/5 RTA hizo su oferta paritaria: un 15% de aumento en 2 cuotas para este año y otro 15 también en 2 cuotas para el 2022.

Además de rechazarla por insuficiente, advertíamos que nos corrían arbitrariamente la fecha paritaria, ya que la primera cuota pretendían pagarla en julio, de manera que el aumento no impactara en el aguinaldo y, como se pautaba a partir de julio, no se podía reclamar retroactivo; por ello exigíamos que el aumento rigiera a partir del 01/5, es decir, recuperar nuestra fecha paritaria que habían ido corriendo de a poquito durante los últimos 5 años.

La burocracia de todo pelaje hizo lo posible para embellecer la miseria, destacando aumentos atados a lo conseguido en paritarias como si fuese un esfuerzo extra de la patronal,  como es el de la ropa o llegando a decir que rebajarnos el sueldo era “el mejor acuerdo de los últimos años”. Un exceso innecesario.

La Asamblea General, por su parte, rechazó con un contundente paro el 24 de mayo el acuerdo firmado por la burocracia y la patronal de un 20% en cómodas cuotas para este año más un 14% a terminar de cobrar en abril de 2022. Nos fue muy mal con el salario pero fruto de nuestra lucha recuperamos nuestro período paritario, ya que el “aumento” rigió desde mayo.

Conseguimos también con nuestra lucha el pase a planta de las y los compañeros que llevaban años como suplentes, pero el fraude no cesa, quedan muchos precarizados  y se siguen contratando compañeros de forma fraudulenta.

Para los que vivimos de nuestro salario la paritaria no estaba cerrada como pretendían los firmantes, seguimos exigiendo un aumento que compense la inflación y el 29 de julio hicimos otro paro en reclamo de un aumento salarial urgente y fuimos, con acciones discutidas y decididas en asamblea, arrancando bonos paliativos pero no logramos quebrar la política de empobrecimiento y precarización que lleva adelante esta gestión.

Los petitorios presentados con cientos de firmas de compañeros de todo el país, dan cuenta de la necesidad imperiosa del conjunto de las y los trabajadores de recuperar salario. De nuestro sueldo ya no se puede vivir, debemos tener uno o dos trabajos más para hacer frente a los gastos y esta realidad  es más cruenta con las y los compañeros que están bajo formas fraudulentas de contratación, con salarios de 20, 30 y 40 mil pesos; es decir que si logramos mantener cubiertas nuestras necesidades básicas como personas es sobre la base de una sobreexplotación que nos enferma física y psíquicamente.

Las burocracias, que han dado sobradas muestras de que no están para defender los intereses de los trabajadores, ya no pueden prometer nada, entonces intentan contener la bronca de los compañeros mediante el miedo: “ojo que pueden perder el trabajo”, “es mejor tener trabajo que no tenerlo”, “más vale quedarse en el molde porque la cosa está jodida”, “mejor no reclamar por ahora”, “no se junten con estos”, etc., etc.

Se avecina un año más duro que los pasados para los asalariados. Todo el arco político patronal, es decir, la coalición de Juntos x el Cambio,  el Frente de Todos y sus satélites, no dudan ni un minuto que hay que “arreglar” con el FMI y están dispuestos a aprobar un plan que lejos de ser un alivio para los trabajadores como nos quiere vender la CGT, se va a llevar a cabo sobre la base de la miseria de los ocupados y desocupados. Más ajuste en “el granero del mundo” que hoy tiene a la mitad de su población bajo la línea de la pobreza.

El arreglo con el Fondo va a implicar un ajuste en las tarifas, que se profundice la devaluación del peso y por ende se encarezcan a niveles incomprables los alimentos y todos los bienes que consumimos. Los trabajadores ocupados vamos a ver un ataque aún más pronunciado a nuestras condiciones de trabajo. Ya estamos viendo en la Radio que los jubilados o retirados se reemplazan con contratos “low cost” sin estabilidad laboral y sin tener garantizada ni siquiera la canasta de pobreza. Cuando se vaya el último compañero/a que fue contratado bajo el CCT 32/75e, lxs trabajadores habremos perdido nuestro convenio y estaremos todos regidos por la Ley de Contrato de Trabajo, que no contempla, por ejemplo, la estabilidad plena y tiene un régimen de vacaciones y derechos muy a la baja con respecto de lo que tenemos ahora.

Cabe destacar que todos los firmantes de nuestros acuerdos paritarios pertenecen a la CGT, por ende todos los firmantes de nuestros acuerdos paritarios están en línea con la política de hacer pelota a los trabajadores, y en Radio Nacional eso toma la forma del amedrentamiento y el miedo que imponen la patronal y las burocracias sindicales para que nos conformemos con migajas.

Este año que viene estamos llamados a superar todos estos sindicatos entregadores si queremos poder vivir de nuestro salario. La unidad de los trabajadores es el único camino que podemos transitar si queremos defendernos del brutal ataque que se preparan para darnos.

Los cantos de sirena de la patronal siguen a la orden del día. En ocasión de la inauguración del nuevo transmisor de Radio Nacional Ushuaia, Lufrano volvió a decir que el año que viene recuperaremos salario y nos van a recategorizar y bla bla bla.

Estamos en este momento pidiendo un bono de fin de año de $45.000, basamos nuestro pedido en el deterioro que ha sufrido nuestro poder adquisitivo: en septiembre, por ejemplo, se necesitaron $70.532 para no caer en la pobreza, y las y los trabajadores de la radio tenemos en promedio un básico de $48.611. Si es verdad que tienen intención de mejorar los ingresos de los trabajadores de las radios, por qué no empezar ahora ¿no?

Debemos superar los cantos de sirena y las bravuconadas de la burocracia y lograr una férrea unidad de las y los trabajadores para hacerle frente al ajuste y la precarización laboral.

Por un 2022 de recuperación de nuestro salario, con unidad, lucha y participación. Paremos el ajuste.