VAMOS POR UN SINDICATO DEMOCRATICO, DE TODOS LOS TRABAJADORES

Y QUE SEA DE RADIO!


UNA POSIBILIDAD HISTORICA PARA LOS TRABAJADORES DE RADIO NACIONAL.


Los trabajadores de Radio Nacional estamos transitando un camino profundamente rico en lo que hace a la historia.

La experiencia recorrida a lo largo de 6 años, nos ha permitido cambiar notoriamente nuestra realidad salarial como así también nuestro lugar como trabajadores de radiodifusión.

La participación del conjunto de los compañeros en un proceso de debate, deliberación y acción canalizada en lo que es hoy ya es la sana costumbre de realizar asambleas generales, se constituyó en el instrumento que permitió llenar de contenido democrático la intervención y ganas de participar de un colectivo de trabajadores cansados de soportar 14 años de congelamiento salarial, despidos, flexibilidad laboral y de ver como Radio Nacional se transformaba día a día en “el último orejón del tarro” de la radio argentina.

Nuestra realidad actual, notablemente mejor que la que se daba en aquel entonces hace que ahora, todos los trabajadores de radiodifusión pretendan seguir la senda que marcamos.

Significa , ni más ni menos, que fue nuestra constante y decidida intervención la que transformo radicalmente la historia.

Mientras antes nadie quería venir a la radio, ahora todos quieren trabajar en ella.

Y es lógico, en 6 años logramos pasar a todos los compañeros a planta, elevamos nuestro salario básico de la categoría (5) (80% de la plantilla de personal) de $124 a $2307, hemos conseguido el reconocimiento del 2% de antigüedad, el refrigerio, el aumento de las horas nocturnas, el título, el pago de feriados, etc.

Pero nada de esto fue gratuito. Lo obtenido fue la resultante de un esfuerzo sistemático por poner en pie las herramientas fundamentales con que históricamente los trabajadores argentinos canalizan los reclamos de todos sus compañeros: LA ASAMBLEA GENERAL Y LA COMISION INTERNA.

Reactivando una vida sindical que estaba literalmente muerta y poniendo fin a una “cultura” donde los delegados solo se ocupaban de traer y llevar las decisiones arbitrarias de “comisiones directivas” que nadie conocía, y que ni siquiera trabajan en nuestra actividad. En estos años, la interna jugo un rol absolutamente distinto.

Conformada por trabajadores de la radio, que día a día caminan su lugar de trabajo, la comisión interna fue transformándose en el instrumento que expresa los intereses de todos impulsando y dando lugar a la participación de todos los compañeros.

Esta experiencia, fue transitada dentro de sindicatos postales cuyas direcciones nunca aceptaron este “cambio de ánimo” de los trabajadores de la radio.

Nunca nos escucharon, no apoyaban las decisiones de nuestras asambleas, no nos acompañaron jamás en las medidas de fuerza que realizamos y llegaron al limite de perseguir y expulsar a los delegados y afiliados que cometieron el “delito” de expresar la voluntad de los trabajadores y no actuar como arbitraria y despóticamente pretendía una “comisión directiva” y una “federación” que jamás se preocupó por nuestras necesidades.

El balance de todo lo vivido por la absoluta mayoría de compañeros honestos en su lucha por la defensa de la democracia sindical, arroja entonces un resultado amargo sobre la potencialidad y utilidad de estos sindicatos, pero al mismo tiempo nos coloca ante la perspectiva positiva de abrirnos paso a partir de la oportunidad histórica de crear una nueva organización gremial.

El camino recorrido, basado en la experiencia antes descripta, muestra la necesidad de comenzar a recorrer un nuevo tramo. Tramo que por supuesto, se erige sobre las lecciones de nuestra propia practica sindical, y nos demuestra lo imperioso de contar ante y por sobre todas las cosas con un sindicato DE RADIO, hecho por profesionales del medio, que conozcan como se lleva adelante el trabajo cotidiano, que sepan en que consiste “la magia” con la que todos los días miles y miles de argentinos se informan, se entretienen, se divierten y se emocionan.

Solo así, desprendiéndonos del anacronismo de ser dirigidos por personajes que no saben ni les interesa la radio, podremos tener representantes que al conocer nuestra actividad, conozcan nuestros problemas.

Necesitamos entonces un sindicato hecho por los compañeros de las 40 filiales Radio Nacional, donde la democracia, la pluralidad, el respeto, el federalismo y la participación sean una realidad tangible. Donde cada compañero sea libre de pensar como quiere, de creer en lo que quiera, y en decir lo que le parezca sin que eso sea un impedimento para que luchemos unidos , por nuestras reivindicaciones.

En medio de una profunda crisis económica de alcance mundial, donde se vislumbran momentos difíciles para todos, más que nunca necesitamos una herramienta propia de los trabajadores e independiente del poder político que nos permita continuar nuestro camino de lucha.

Vamos entonces por un sindicato nacional, donde cada filial tenga sus representantes, su comisión interna y donde cada compañero se sienta en condiciones de luchar por lo que nos corresponde por sentirse acompañado y protegido.

Tenemos que construir un gremio activo, vivo, fuerte, que cada trabajador lo tome como propio y este convencido que debe defenderlo, porque al hacerlo, lucha por su bienestar y el de su familia.

Un sindicato que garantice espacios democráticos para la participación de todos los compañeros vetando así, la posibilidad de que dos o tres “iluminados” decidan por el conjunto de los trabajadores.

Un sindicato que más allá de ser un instrumento de lucha, sea el espacio de desarrollo profesional, de cultura solidaria, de recreación y esparcimiento que todo trabajador necesita y merece.

Es hora de tener NUESTRO SINDICATO, para poder seguir por el camino que tantos logros nos dio.

Compañeros, estamos ante una tarea histórica y una cita de honor: la de ser los actores principales en la obra de nuestros destinos.

Solo participando y haciendo grande este sindicato, vamos a poder hacer valer el derecho a la libertad sindical, única posibilidad de forjar nuestro futuro como trabajadores .