¡LOS TRABAJADORES NO PODEMOS SEGUIR PERDIENDO!
En Argentina, los trabajadores del Estado estamos atravesando una crisis sin precedentes. El salario público nacional ha caído cerca de un 40% desde 2017. En Radio Nacional, la pérdida desde diciembre de 2023 alcanza el 48%. No es solo esta gestión, venimos perdiendo con Macri, con Alberto Fernández y ahora con Milei. A esto se suman despidos masivos, precarización laboral y convenios que ya no garantizan condiciones mínimas de vida.
Las jubilaciones también están en emergencia. La canasta básica del jubilado ronda el $1.100.000, y los ingresos reales no llegan ni a la mitad. Medicamentos sin cobertura, necesidad de asistencia personal, transporte, todo cuesta más… y los derechos se achican.
Y como si fuera poco, se impulsa una reforma laboral que busca legalizar jornadas de hasta 13 horas, fragmentar vacaciones, eliminar licencias, y reemplazar convenios colectivos por acuerdos individuales que nos dejan a merced de cada empresa. El modelo griego que se quiere copiar ya demostró que empobrece a los asalariados.
Mientras tanto, el trabajo informal y el monotributo se expanden como formas encubiertas de explotación. Sin aguinaldo, sin vacaciones, sin indemnización. Nos dicen que somos “libres”, pero lo que perdimos fueron derechos.
Esta realidad no se cambia con resignación. Se cambia con organización.
No podemos dejarnos dividir. Las empresas y los gobiernos saben que cuando los trabajadores estamos separados, somos más débiles. Nos enfrentan entre contratados y efectivos, entre públicos y privados, entre jóvenes y mayores. Pero todos sufrimos lo mismo: pérdida de salario, precarización, y ataque a nuestras condiciones de vida.
Es hora de juntarnos, debatir, pensar cómo recuperar lo que nos quitaron. No hay salida individual. La salida es colectiva.
Tenemos que poder juntarnos y debatir entre nosotros ¿Qué modelo de país queremos? ¿Cómo nos organizamos para defender lo que es nuestro?
No podemos retroceder 50 años. No podemos mirar para otro lado. No podemos esperar que otros lo hagan por nosotros.
¡Vamos a una gran Asamblea General sin distinción gremial, abierta para todos los trabajadores y trabajadoras! Porque si no lo damos vuelta nosotros, nadie lo va a hacer. Es momento de unir fuerzas y construir juntos el cambio que necesitamos.

Previous Post