TRIUNFAZO DE LOS TRABAJADORES DE RADIO NACIONAL: ATRANA CONQUISTÓ SU INSCRIPCIÓN!!!!!!!!!

El Ministerio de Trabajo no tuvo más remedio. Hoy (3/6), luego de cinco largos años y acorralado por una serie de sentencias judiciales, Carlos Tomada se vio obligado a inscribir a la Asociación de Trabajadores de Radio Nacional (ATRANA) como sindicato, lo que permitirá que podremos afiliar por recibo, convocar a asambleas y discutir condiciones de trabajo del personal de la emisora a lo largo de todo el país.

El hito más reciente del trámite judicial lo proporcionó la Cámara Nacional de Apelaciones, quien en febrero pasado resolvió “admitir la presente acción en los términos del art. 62 inc.d) de la ley 23.551 y ordenar a la demandada a que en el plazo de cinco días inscriba en el Registro de Asociaciones Sindicales de Trabajadores a la ASOCIACION DE TRABAJADORES DE RADIO NACIONAL, con carácter de asociación gremial de primer grado, para agrupar a los trabajadores que presten servicios bajo relación de dependencia con Radio Nacional, con zona de actuación en todo los lugares, dentro del Territorio Nacional, en donde opere Radio Nacional”.

Toda la sentencia abunda en decir que no había razones para negar la personería ni para que Tomada incumpla de esta manera, ya que dice “no es facultativo para el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación conceder o denegar una inscripción”, máxime teniendo en cuenta que desde el 11 de mayo de 2011 el pedido contaba con el viso de conformidad de la secretaria de Trabajo para que la asociación se inscriba, como consta en el expediente.

En el mismo expediente, el fiscal General Eduardo Álvarez puntualizó: “Reitero, no existe ningún justificativo en una demora que conspira contra la libertad sindical”.

Quedaba sorteada, así, una de las últimas chicanas de la cartera laboral para dilatar la inscripción de ATRANA, ya que la Justicia había determinado, en instancias inferiores, que la organización había cumplido sobradamente con todos los requisitos para obtener la inscripción. Tomada hizo lo imposible para impedir el acceso de ATRANA a la inscripción. Sin embargo, no nos amilanamos y junto con nuestros abogados contestamos cada papel y superamos cada traba, siguiendo el expediente a pie juntilla, nos movilizamos toda vez que tuvimos que hacerlo y, en un marco de reconstrucción de la vida sindical dentro de la emisora, alcanzamos esta enorme conquista.

El trámite de inscripción había sido iniciado en una fecha de fuerte simbolismo: un 29 de mayo, aniversario del Cordobazo, pero de 2009. Lo más importante, sin embargo, es el proceso vivo que desembocó en la creación del sindicato. El núcleo fundacional de ATRANA venían de protagonizar una serie de luchas victoriosas, por el salario, contra la precarización, por la eliminación de las sumas en negro, por el pase a planta de contratados, por la recuperación de ítems como la antigüedad, entre otras. Todo un proceso de conquistas basado en la movilización de los trabajadores de la emisora, protagonistas de asambleas democráticas y resolutivas, a los cuales la emergente dirección de ATRANA se disciplinaba invariablemente.

El Preámbulo del Estatuto de ATRANA da cuenta de su ADN: el texto advierte que la organización nació en una asamblea, en la que, además, “se decidieron acciones en demanda de un plus de aumento salarial que había sido reclamado mediante un petitorio firmado masivamente por todo el personal”.

“ATRANA nace, entonces, bajo el signo de los que serán sus principios constitutivos y bases de funcionamiento: la lucha por las reivindicaciones y derechos de los trabajadores mediante acciones decididas en asambleas democráticas”, dice el texto que, en otros tramos, advierte: “Partimos de la base de que el progreso material y moral de los trabajadores es y será obra de los trabajadores, a condición de convertirse en protagonistas consientes de su propia historia, sobre la base de la acción colectiva y unitaria. Por eso ATRANA se constituye como una organización independiente del Estado y sus instituciones, del Gobierno y las patronales. Que sólo reconoce a la asamblea de trabajadores como su autoridad máxima, en tanto instrumento que permite el debate, la confrontación fraternal tanto de ideas y opiniones como la resolución democrática de todas y cada una de las decisiones que afectan a los compañeros”.