ESTE 3J RECLAMEMOS #NIUNAMENOS

Un hecho de violencia, el asesinato de Kiara, que si bien no fue muy distinto al de las cientos de víctimas que engrosan las listas de mujeres asesinadas por sus parejas, ex parejas, novios, vecinos o desconocidos, actuó el año pasado como disparador de una acción que resultó ser de masas, quizá la más numerosa de la década.

Aquel primer 3 de junio, la movilización visibilizó la violencia hacia las mujeres, que hunde sus raíces en un régimen social de explotación, y que se agrava conforme se agudiza la crisis.

Sin embargo, un año después, y luego de las miles de fotos con el cartel de “NiUnaMenos” que se sacaron políticos, funcionarios y legisladores, el cuadro no ha variado sino que se ha agravado. Prácticamente ninguna de las demandas legislativas, materiales y políticas que levantó esa enorme movilización está satisfecha y eso lo siguen pagando las mujeres con todo tipo de vejámenes, incluso su propia vida.

Las propios organizadoras del #NiUnaMenos trazaron, a tres meses de la marcha, un balance lapidario sobre los resultados que produjeron las instituciones que fueron interpeladas por el reclamo, el Congreso y el Estado, en particular. “Sigue sin haber estadísticas oficiales. Sigue sin implementarse plenamente la ley 26.485”, enumeraron, a la vez que recordaron que “la Argentina firmó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer de Belem Do Para, donde los Estados convienen en adoptar sin dilaciones políticas contra la violencia machista”.

Subrayaron, además, que en la Argentina se sigue asesinando cada 30 horas a una mujer sólo por ser mujer.

Entonces, se impone la necesidad de ganar las calles otra vez. Este año se suman como lemas convocantes al #NiUnaMenos, #VivasNosQueremos y #ElEstadoEsResponsable.

Belén, el nombre de la violencia contra la mujer

Este año, a su vez, tenemos otro “caso” convocante. Belén, una joven tucumana que concurrió a un hospital público con un aborto en curso y que, pese a que insistió en que ni siquiera sabía que estaba embarazada, fue maltratada hasta el hartazgo y condenada a ocho años de prisión, sólo por ser mujer y pobre.

Belén resume en sí toda la violencia de la que El estado es capaz en la suma de sus poderes. Un Poder Ejecutivo provincial que, en las personas de los kirchneristas José Alperovich primero y Juan Manzur ahora, decidió que este caso sea disciplinador contra la lucha por el aborto legal. Por su parte, el ensañamiento del Poder Judicial al negarle nuevamente la excarcelación, demuestra un accionar metódico en dirección a que la vida de las mujeres trabajadoras puede volverse un bien tan endeble que cualquiera puede disponer de ella impunemente. El Poder Legislativo, por su lado, con la última reforma del Código Civil, donde le otorga estatus jurídico de persona a los embriones fuera y dentro del útero materno terminó por darle marco legal a la apropiación por parte del Estado del cuerpo de las mujeres.

Sabemos que la defensa de nuestros derechos está en nuestras manos, por eso volvemos a tomar las calles el 3 de junio, para reclamar por:

· Educación sexual científica y laica en los colegios

· Anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir

· Asistencia integral para las mujeres y niños/as víctimas de violencia

· Por un salario mínimo igual a la canasta familiar

· Basta de despido y pase a planta de las trabajadoras y trabajadores precarizados

· Creación de jardines maternales públicos que atiendan con profesionales la demanda existente

· Desmantelamiento de las redes de trata.